Esta entrada se centrará en una clase teorico-práctica que nos introducirá en la reparacion de chapa asi como en el conformado de la misma, pese a ser una entrada teórica en su mayor parte el origen de la misma ha sido el taller por lo que la incluimos en las entradas prácticas.
-Primeros pasos:
Lo primero que debemos hacer al afrontar una reparación en la chapa de un vehiculo (o cualquier pieza metálica en general) es el estudio de los daños y de la pieza a reparar en si misma. Para ello comenzaremos por "el lavado".
Lo primero que se debe hacer para empezar a reparar una carrocería completa, es lavar el vehículo, ya que la limpieza es fundamental si no queremos tener serios problemas cuando estemos en la fase de pintado, de hecho, se debería lavar más veces durante todo el proceso de la reparación antes del paso a pintura.
En este caso, el primer lavado nos sirve para observar mejor el estado en que se encuentra el vehículo, y así poder observar hasta la más pequeña de las imperfecciones que hubiese en la chapa.
Sobre todo en temporada invernal, los pasos de rueda y sus plásticos albergan gran cantidad de barro. Hay que hacer hincapié en los pasos de rueda, puesto que el barro nos molestará, para quitar sus recubrimientos (plásticos de paso de rueda) si es que los hubiere, y en el caso de que tengamos que reparar abolladuras como por ejemplo en una aleta, nos dificultará mucho la tarea del entibo a la hora de desabollar la misma.
El paso siguiente es situar el vehículo en un lugar bien iluminado. Si es al exterior con la luz del día, mucho mejor, porque de cuanta más luz dispongamos, menos tardaremos en apreciar las abolladuras y demás desperfectos.
Algunas reparaciones de abolladuras en los coches, nos pueden acarrear más problemas de lo que en un principio nos pudiéramos imaginar.
- La Vista:
La técnica que se emplea, es saber examinar las piezas al trasluz. Se van mirando las piezas cambiándonos constantemente de posición.
Debemos tener en cuenta, el saber detectar hasta el más mínimo desperfecto, y eso conlleva un poco de práctica. Hay algunas abolladuras que son muy difíciles de detectar, pero con el tiempo serán pocas las abolladuras que se nos pasen por alto en algún coche.
- El Tacto:
Otra técnica muy usual, es la del tacto, ya que con ésta, podremos detectar la anomalías que no consigamos distinguir visualmente.
Desplazaremos la palma de la mano por la superficie de la pieza con movimientos tanto horizontales y verticales, como diagonales, pero con detenimiento y esmero. De esa forma, con la misma mano, notaremos si hay alguna abolladura, ya que detectaremos cualquier protuberancia con el tacto. No utilizaremos guantes para esta tarea, puesto que perderíamos mucha sensibilidad y eso dificultaría la localización de las abolladuras.
Habrá que tener especial cuidado en zonas donde la pintura este saltada, porque nos podemos clavar en la piel trocitos (astillas) de pintura con facilidad y también precaución con los cantos de la chapa, salientes, remaches, etc..
Normalmente, tanto un chapista como un pintor con experiencia, pueden ver o notar abolladuras que algunas personas no detectarían así al pronto.
- Marcado de las piezas dañadas del coche:
Con un rotulador o tiza (preferentemente
de un color opuesto al del vehículo),
se irán marcando todas las abolladuras,
arañazos y desconchados que veamos.
Como dato y a titulo informativo, personalmente he marcado siempre diferenciando por una parte los arañazos, "abolladuras minúsculas" y desconchados con un círculo, lo que significa que se dejan para la fase de pintado; por otra parte las demás abolladuras las marco con una equis, lo que significa que habrá que desabollarlas posteriormente.
Trás estos primeros pasos básicos y que deberian ser el "abc" de cualquier chapista se mostraron nociones básicas sobre las reacciones del metal y las distintas formas de trabajarlo, nociones que quedaron resumidas en la frase "El borde contiene la forma". Y que en posteriores entradas iremos viendo mas a fondo.
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